Heitor y Julia llevan algunos años de novios. Un día discuten por teléfono y Heitor decide ir a casa de ella para hacer las paces. Para ello tiene que atravesar la ciudad de São Paulo en su carro. El paisaje y la gente que se cruza en su camino van participando en sus digresiones amorosas. En este espacio indefinible, los límites espacio y tiempo son los que dictan las estrellas y los soles, que estallan a años luz para brillar sobre São Paulo e inspirar un beso de amor. O de muerte.