El mes de agosto se convierte en el tiempo de fiesta y actividad para los habitantes de Arganil, en el corazón de Portugal. Una historia que muestra el folclor de un pueblo pero que al mismo tiempo nos lleva a través de la relación afectiva entre padre, hija y primo, todos músicos en una banda amateur. Una película en la que los límites entre la ficción y el documental son difíciles de definir.