Alexander Ruiz Morales tiene 27 años y viaja a Salento después de varios años. Al llegar percibe una ciudad diferente, con más gente, más compleja, pero a la vez interesante. Busca personas que han vivido allí toda su vida y otras que han llegado; le cuentan cómo en los últimos años su población se ha transformado. Para el visitante la ciudad es maravillosa, para el local se convierte en una ciudad ajena. Reflexiona y siente una ciudad caótica y explosiva.