
Ay padre es una obra del compositor Juan Pablo Carreño comisionada por la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia en la que se enlazan diferentes universos musicales en torno a las Lamentaciones 5 del profeta Jeremías. Una reflexión sobre la cuestión de la memoria de las víctimas que son el centro de los acuerdos de paz en Colombia.
El texto de Jeremías, en esta obra, se sitúa dentro del contexto colombiano, y sobre él se construye un diálogo entre cantos de alabaos inspirados en la tradición de las cantadoras de Pogue, una serie de madrigales a 10 voces sobre los textos en latín, y las Lamentaciones del día tercero de Orlando di Lasso.
Estos cantos y estas músicas son luego interpelados por los nombres de las víctimas de la Iglesia de Bellavista cantados en forma de madrigales a cuatro y ocho voces.
Una ceremonia en la que la voz de las alabaoras de Pogue y de Nelly Valencia del Chocó son fundamentales, tanto como la participación del coro de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, del Taller de Ópera de la Universidad Nacional de Colombia y de las cantantes Valeria Bibliowicz y Beatriz Elena Martínez.