La vida loca

El tren, la vía férrea, es una de las figuras cinematográficas por excelencia, basada en la vida de una comunidad que vive en torno a los abandonados rieles, y sus testimonios son los que revelan un mundo en donde otra característica propia latinoamericana alcanzará su síntesis: la conjunción entre lo popular y lo sagrado.
Cuatro personas que se ven forzadas a defenderse ante la vida, un ensimismado chico de doce años, la cajera que tiene un encuentro con él, un airado conductor de taxi y la enajenada hija de uno de sus pasajeros, se reúnen en dos abrazos.
Un domingo cualquiera en el edificio Royal, el mismo que en los años 80 fue el símbolo de elegancia y prestigio, ahora en decadencia. Un muerto embalsamado en la sala de una casa, una foto de Tom Cruise en un portarretratos familiar, una plaga de cucarachas a punto de estallar, la visita inesperada de un inspector sanitario, un conserje tratando desesperadamente de mantener las apariencias, para una administradora que lo ve todo a través de las cartas del Tarot, pero que no puede entender nada.
Camilo Torres fue un sacerdote católico perteneciente a la burguesía colombiana que murió en 1966 durante un enfrentamiento de la guerrilla con el ejército. Después del Che Guevara¸ Camilo fue el símbolo más notorio de la revolución en América Latina y el primer gran personaje de los tiempos modernos que asumió la lucha armada en su calidad de cristiano. En este filme la historia de Camilo es abordada por las personas que lo conocieron mejor.
Charlot llega en taxi a su casa después de una noche de juerga. Borracho hasta más no poder, no encuentra en sus bolsillos la llave de la puerta de entrada, por lo que se cuela por la ventana, pero nada más entrar, encuentra al fin la llave, por lo que vuelve a salir por la ventana para entrar por la puerta. Así va transcurriendo toda una noche de juerga...