Francisco

Carmen siempre supo que fue adoptada, pero solo al cabo de veinte años y tras elaborar toda suerte de historias y teorías sobre su origen, decide emprender la búsqueda de su madre biológica. Encontrarla le provoca sentimientos contradictorios: de la emoción a la frustración, de la ternura al rechazo, pero al final y por encima de todo, le ayuda a comprender cómo la adopción transforma radicalmente la vida de las personas que están atravesadas por ella.
Un mes antes de que le entregaran el Premio Nobel, Gabriel García Márquez manifestó su deseo de celebrarlo con vallenatos y cumbias en Estocolmo. Pese a la oposición de la prensa colombiana, que temía que se hiciera el ridículo, artistas populares de todo el país decidieron cumplirle el deseo a Gabo. Así comenzó la historia de la mayor fiesta que se ha hecho en el Nobel, una celebración que, para bien o para mal, cambió la manera que teníamos los colombianos de concebirnos.
Testimonios de mujeres y hombres unidos por dos características: su edad (todos rebasan los 70 años) y su homosexualidad. En la Francia de los setenta ser gay era igual a ser un marginado, y fueron ellos, los invisibles, quienes decidieron poner el dedo en la llaga y vivir abiertamente su sexualidad.