Ana recuerda todo lo ocurrido desde la muerte de su padre, veinte años antes. Su hija, de nueve años, cree tener poder sobre la vida y la muerte de quienes viven con ella. Hay otro poder que Ana cree poseer: el de invocar la presencia de su madre. Con ella, muerta hace años, revive una relación llena de ternura y, a veces, de dominio.
1919. Un héroe de guerra está encarcelado en un cuartel desierto. Delante de la puerta, su perro ladra todo el día y toda la noche. No muy lejos de allí, en el campo, una joven, agotada por trabajar la tierra, aunque demasiado instruida para ser una simple campesina, espera. El juez que llega para resolver este asunto es un aristócrata que duda de sus principios a causa de la guerra. Tres personajes y, en medio de ellos, un perro en el que reside la clave del drama...
Cuando la madre gravemente enferma de April, May y June se da cuenta de que no tiene mucho más tiempo de vida, llama a sus hijas a regresar a casa. Solo puede irse de esta vida con confianza si sabe que su hijo Jan será atendido. Pero confrontado con la pregunta, pronto se vuelve aparente que las tres defienden su individualidad.
Cuando sólo faltan cinco días para su boda, Susana sucumbe a los encantos de su novio, y él la deja plantada en el altar. El jefe de Susana la envía a hacer una encuesta sociológica a un pueblo de la costa, con el fin de que descanse y supere el trauma. En el pueblo sólo hay mujeres y, además, todas de mal humor, porque los hombres son pescadores y sólo vuelven a casa cada seis meses. Pero Susana les da un Cursillo de Convivencia Matrimonial Acelerada que les permita liberarse del yugo masculino.
Luci, un ama de casa abnegada, Pepi, su vecina "moderna", y Bom, una rockera diabólica forman un trío disparatado que vive al ritmo desacompasado de La Movida. La violación de Pepi modifica el destino de todos los personajes...
Nieve vive la lucha de sus padres por su custodia. Eva, la madre, es una artista que cree en la revolución sin censuras ni autoritarismo. Se ha vuelto a casar con Dan, un sueco que trabaja en la construcción de una planta nuclear. Manuel, el padre, es un dramaturgo que se sacrifica para escribir teatro en una zona inóspita de la isla, con el sueño de construir el nuevo hombre latinoamericano. La batalla de los padres desemboca en un juicio en el que el Estado interviene de manera arbitraria. Nieve, con su padre, vive situaciones extremas que la llevan a inventarse la manera de volver con su madre. El desencanto radicaliza al padre mientras Eva y Nieve tratan de salir del país tras la expulsión de Dan.
Eloy es un adolescente de diecinueve años que trabaja junto a sus padres. Su trabajo consiste en repartir lápidas y figuras ornamentales en las sepulturas que atiende el negocio familiar en el cementerio de la ciudad. Al morir su padre, Eloy ve acelerar el tiempo que lo llevará a madurar en un mundo hostil y ajeno. En el camino conoce a Elvira, una joven andaluza, que mediante el aprendizaje de ciertas prácticas sexuales le permitirá acceder a zonas desconocidas de su espíritu y de la realidad.
El doctor Julio Denis es un médico psiquiatra y trabaja en un neuropsiquiátrico. Un día llega al hospital un joven, Rantés, que dice ser un ser de otro planeta. Lo trata como paranoico, pero Rantés irá introduciéndose en su vida, haciéndolo dudar de si realmente está loco, con lo que, sutilmente, lo obliga a replantear su vida y profesión.
Willy Beachum es un joven y ambicioso fiscal cuya carrera está empezando a despegar. Por otra parte, Ted Crawford es un ingeniero de mediana edad que acaba de disparar a su mujer a sangre fría. El destino los enfrentará en el consiguiente juicio. Crawford resulta ser un individuo tan complejo e impredecible como el crimen que ha cometido, de modo que las acusaciones de Willy empiezan a desmoronarse al mismo tiempo que su futuro profesional.
En un país centroeuropeo, el tren Transcontinental Express sufre un gran retraso a causa del mal tiempo. Los pasajeros pernoctan en un pequeño hotel, donde Iris Henderson entabla conversación con una vieja institutriz inglesa, la señora Froy. Poco después de reanudar el viaje, Iris se da cuenta de la desaparición de la anciana, pero los demás pasajeros afirman que su amiga no existe y que ella ha sufrido una alucinación.