Perro come perro

Vengar la muerte de William Medina y la prisa por recuperar unos dólares perdidos, son el pretexto inicial que une a los protagonistas de este relato, quienes tienen que someterse a las órdenes de "El Orejón", un poderoso empresario devoto de la brujería, deseoso de vengar la muerte de su ahijado y obsesionado por encontrar su dinero. Sin conocerse, Peñaranda y Benítez son contratados para un confuso operativo del que tienen pocos detalles.