La adormecida ciudad industrial escondida en una pequeña bahía no ofrece a la joven Léo muchas posibilidades de autorrealización. Ella desprecia su vida con su madre y su padrastro mientras alimenta nociones románticas sobre su padre.
Tres adivinos llegan al castillo para predecir el destino del pequeño Príncipe Leopoldo. En el camino se detienen ante el comandante de la guardia, que también acaba de tener un hijo. Su predicción no es muy gloriosa. Los adivinos predicen que el pequeño Leopoldo se casará con la hija de un rey vecino. El príncipe y la princesa se odian desde niños desde el primer momento, pero sus padres insisten en cumplir la profecía. El día de su matrimonio, Leopold y Josephine descubren una manera de frustrarlo.
Little Q, un pequeño labrador, es enviado a ayudar a un famoso chef ciego, Lee Bo Ting. Enfadado y amargado, el cocinero se muestra reacio a confiar en el perro, pero, poco a poco, el cariño comienza a surgir.
Capulina trabaja como velador (más interesado en checar su tarjeta y dormir siestas) en un almacén de correos donde van los paquetes que nadie reclama. En una de sus "siestas" unos ladrones roban unos objetos de cerámica. el Santo investiga y descubre una banda de criminales (liderados por Cedric) que se dedican al trafico de diamantes y al tratar de capturar a estos criminales Capulina solo entorpece la captura. Para redimirse de su error, Capulina se hará pasar por el Santo para acabar con la banda de Cedric quienes tienen a un científico secuestrado junto a su hija, para crear robots clones de la gente que intentaran matar al Santo, creando uno de Capulina al que enfrentarán el Santo y el propio Capulina generándose confusiones y problemas.
Francia, 1789, justo antes de la Revolución Francesa. Con la ayuda de una mujer inesperada, un chef que ha sido despedido por su jefe encuentra el valor para abrir un restaurante por sí solo.
Capulina vende revistas y adora los cuentos de terror al igual que su novia Zenobia. Al hacer una entrega lo secuestra el dueño de una lúgubre mansión para aprovecharse de su credulidad y extraer de él la electricidad que genera el miedo. Con ese fluida hará funcionar una máquina que volverá a la vida a cuatro monstruos, pero el miedo de Capulina es tanto que hasta los monstruos se asustan y escapan.