Entre el amor y la rabia

Los retos y sueños de tres mujeres que no se resignaron a su historia social y familiar, y rompieron el rol tradicional que la sociedad les tenía designado
Los retos y sueños de tres mujeres que no se resignaron a su historia social y familiar, y rompieron el rol tradicional que la sociedad les tenía designado
La Escuela de Chicas de Zabuli es el escenario de una historia en la que acceder a la mayoría de edad les implica a las niñas enfrentar las realidades del patriarcado rígido y la crueldad en su mundo. Sus maestros les ayudan a enfrentar su agitación interna resultante y tratan de prepararlas para lo que vendrá en sus futuros inciertos.
Cada año, 20 chicas compiten por el título de Señorita India. La formación para el desfile contrasta con la formación de cientos de chicas en un campamento dirigido por la militante Durga Vahini, ala femenina del movimiento fundamentalista hindú.
Ya pasaron todos los cursos, llevan más tiempo ahí que todos los profesores, y hasta sus padres que antes los acompañaban, ya no están. Ahora deberán luchar por conseguir un mejor trabajo, ganar dinero como cualquier persona, aprender a cuidarse solos y a conseguir que a sus 50 años, ya nadie los mire como niños. Lo harán todo para que nadie interfiera con sus sueños de adultos.
En 2007, Eufrosina Mendoza fue elegida presidenta del consejo municipal de Oaxaca, pero le negaron el cargo porque era una mujer indígena. En lugar de detenerla, tras esta negativa inició una carrera política aún mayor; trabaja en contra de la desigualdad de género y de la falta de derecho a votar de las mujeres de su comunidad.
Hannah, Rebecca y Naomi viven en el mundo patriarcal del delta del Níger. Hannah perdió su tierra a manos de la familia de su esposo después de que él murió; Rebecca quiere dejar de tener hijos, pero su marido no se lo permitirá, y Naomi sufrió en la universidad porque se negó a cambiar sexo por calificaciones. Sus historias están definidas por la dominación masculina. A pesar de las dificultades que afectan sus vidas, estas mujeres están decididas a darles a sus hijos un mejor futuro.
María es una niña Amorúa; un grupo indígena que recorría como nómada las sabanas de la Orinoquía. Vive con su abuela Matilde en Puerto Carreño, un puerto en la frontera Colombo-Venezolana. Aquí los Amorúa son considerados salvajes y no son alfabetizados. Matilde quiere que sus nietas aprendan a leer y escribir para vivir mejor, sin embargo, María con su espíritu libre e indomable, no se adapta en la escuela y a medida que crece se involucra en el bajo mundo del pueblo.
Selvi, fue obligada a casarse a una edad temprana, sólo para encontrarse en un matrimonio violento y abusivo. Un día, en profunda desesperación, decide escapar y se convierte en la primera taxista del Sur de India. Hay un cambio notable: Ella encuentra su voz y se transforma de niña novia maltratada a mujer de trabajo con poder. Este es el viaje de una joven encantadora, fuerte y absolutamente valiente que desafía todas las expectativas y supera el dolor que ha experimentado.
Hay personas en el mundo actual que son más perseguidas que nadie, sin ser activistas políticos o religiosos. Son niñas, nacer niña significa más posibilidades de estar sometido a la violencia, la enfermedad, la pobreza y la desventaja que cualquier otro grupo de personas en el planeta. A medida que cada chica se acerca a la mayoría de edad, “Yo soy mujer” revela lo que significa crecer siendo mujer en el siglo XXI.